Yo lo sabía. No era algo desconocido que mi notebook necesitaba limpiarse y ser otro, así que la culpa es toda mía, sin embargo no imaginé, ni en el peor de mis inventos oníricos que podría ocurrir tremeda tragedia: cada una de las palabras, de mis conclusiones mentales y leseras imaginativas fueron raídas de este mundo sin poder siquiera, tomar conciencia de ello.
Y me da pena, porque son emociones, palabras y "trabajos" de casi tres años.... años intensos que habían sido "eternizados" en el papel virtual de mi computador.
Yo no aprendí la lección, es cierto; lo escuché y recomendé mil veces: no hay que fiarse de esta virtualidad, pero yo misma no seguí el consejo y ahora me veo formateada, totalmente borrada...
Nuevo año, nuevas palabras... esas no faltan nunca.... y que nunca falten,
es libertad, es aprendizaje, es necesidad....
Desde hoy: papel y tinta .....
